Miles de peces muertos del tipo jurel, ronco y licetas, llegaron desde el domingo a las costas de Centla, en las playas de Pico de Oro y Miramar, en Tabasco, México, en una extensión de 10 kilómetros y expertos piensan que se debe a las actividades de la petrolera Pemex.
Según la Federación de Sociedades Cooperativas de Producción Pesquera y Acuícola de Centla, la mortandad de peces se debe a las actividades de exploración de hidrocarburos de la empresa Pemex en el Golfo de México, en las que requiere de detonaciones para obtener con ondas sísmicas el registro de yacimientos.
Según algunas fuentes, la misma empresa tendría, entre otros, el proyecto de perforación de un pozo dentro de la Reserva de la Biosfera Pantanos de Centla, área natural protegida con una alta riqueza biológica. Al parecer este pozo sería parte de un proyecto al que las autoridades no dieron autorización, ya que consideraban importante proteger y conservar el Área Natural Protegida.
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