Un gran número de animales son criados en un espacio muy pequeño, alimentados con piensos baratos (en general basados en cereales transgénicos), y suplementados con hormonas y antibióticos para maximizar su potencial de crecimiento.
El acceso al aire libre, a la luz del sol, a la hierba o a los piensos naturales, necesidades naturales de la vida del animal y además necesarias para una producción de alimentos de calidad a partir de ellos, son superfluas para una industria cuyo único objetivo es el de producir la mayor cantidad de carne, huevos o leche con los costes mínimos de dinero, dejando en segundo plano la calidad e incluso la salud de los consumidores.
La ignorancia general respecto al origen de estos alimentos y la pasividad de los gobiernos tolerando esta baja calidad alimenticia, hacen posible que estas practicas continúen.
Según la revista Time, en Estados Unidos, sólo "el 2% de las instalaciones ganaderas existentes en el país producen el 40% de todos los animales de granja".
Hola:
ResponderEliminarMe llamo Marta y soy periodista. Me gustaría hacer un reportaje sobre el maltrato en las granjas de pollos. Puedes ponerte en contacto conmigo? Mi mail es marta.jaenes@gmail.com